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Publicado en Política
Viernes, 28 de Febrero del 2025

Milei pide la renuncia de Kicillof y propone intervenir en la ola de violencia de la provincia

La creciente crisis de inseguridad en la provincia de Buenos Aires encendió un nuevo cruce entre el presidente Javier Milei y el gobernador Axel Kicillof. Luego del brutal asesinato de Kim Gómez, una menor de 9 años que fue arrastrada por un auto robado en La Plata, Milei lanzó una contundente propuesta: exigir la renuncia del mandatario provincial o, en su defecto, intervenir el distrito para aplicar una política de "tolerancia cero" contra la delincuencia.


Una provincia fuera de control: la postura de Milei

Desde sus redes sociales, el presidente Milei no escatimó en críticas y calificó la situación de la provincia como "un baño de sangre". Además, acusó a Kicillof de implementar una "doctrina prodelincuentes", lo que, según su visión, ha provocado el alarmante incremento de los crímenes violentos en el territorio bonaerense. En este sentido, Milei planteó que, debido a las marcadas diferencias de enfoque en materia de seguridad, el gobernador debería dar un paso al costado para que la Nación tome el control de la situación.

"Dado que la provincia es un baño de sangre, y nuestra visión sobre cómo afrontar el problema es tan distinta, y usted claramente no puede resolverlo (...), si le interesa el bienestar de los bonaerenses, córrase del camino (esto es, renuncie) y déjenos intervenir la provincia", declaró el mandatario en un mensaje que generó un fuerte impacto político.

Milei también reafirmó su postura de endurecer las políticas de seguridad, alineándose con estrategias internacionales exitosas como las aplicadas por el exalcalde de Nueva York, Rudolph Giuliani, y el economista Gary Becker, quienes lograron reducir drásticamente los índices delictivos mediante medidas de "tolerancia cero" y un refuerzo de la presencia estatal en la prevención del crimen.

La respuesta de Kicillof y la disputa por la seguridad

El gobernador Axel Kicillof, por su parte, defendió su gestión en materia de seguridad y acusó a la Casa Rosada de "abandonar a los bonaerenses" al haber eliminado el Fondo de Fortalecimiento Fiscal del distrito, lo que impactó en el presupuesto provincial destinado a combatir el crimen. Además, Kicillof lamentó que la oposición esté utilizando la tragedia de Kim Gómez con fines políticos, calificando estas acciones como "miserables".

Sin embargo, desde el oficialismo sostienen que los altos índices de criminalidad en Buenos Aires responden a décadas de políticas permisivas y a una falta de acción concreta por parte del gobierno provincial. En este sentido, remarcan que la estrategia de Milei busca transformar de manera estructural la seguridad en el distrito, garantizando un accionar rápido y efectivo frente al delito.


El caso Kim Gómez: el detonante del reclamo

El asesinato de Kim Gómez conmocionó al país y evidenció la falta de control sobre la delincuencia juvenil. La menor de 9 años viajaba junto a su madre cuando dos ladrones de 17 y 14 años robaron su vehículo. En el desesperado intento de arrojarla por la ventanilla, la niña quedó atrapada con el cinturón de seguridad y fue arrastrada 15 cuadras antes de que el auto chocara contra un poste de luz. Su muerte provocó un estallido social, con marchas masivas y reclamos de justicia.

Uno de los delincuentes había sido detenido apenas un mes antes por otro hecho delictivo, pero fue liberado por tratarse de un menor de edad, lo que reavivó el debate sobre la necesidad de modificar el régimen penal juvenil y endurecer las penas para los reincidentes.

La intervención de la provincia: ¿una solución posible?

La posibilidad de que el gobierno nacional intervenga la provincia de Buenos Aires es un escenario político complejo. Según la Constitución Nacional, una intervención federal solo puede darse con la aprobación del Congreso. Sin embargo, el planteo de Milei ha reabierto el debate sobre si esta medida podría ser viable en casos de crisis extremas, como la que atraviesa la provincia en términos de inseguridad.

Mientras tanto, desde la gestión nacional insisten en la necesidad de aplicar una "mano dura" contra el crimen y destacan la importancia de recuperar la autoridad del Estado para garantizar la seguridad de los ciudadanos. En este contexto, Milei reiteró su compromiso de tomar las riendas de la situación: "Nos hacemos cargo nosotros, gobernador. En un año vamos a terminar con la violencia", aseguró.

Conclusión: un giro histórico en la lucha contra el crimen

La propuesta del presidente Milei marca un punto de inflexión en la política de seguridad en Argentina. Su enfoque, basado en la "tolerancia cero", busca poner fin a años de impunidad y reforzar la presencia del Estado en el combate contra el delito. En un contexto donde la inseguridad es una de las principales preocupaciones de la sociedad, su determinación de intervenir la provincia de Buenos Aires representa una apuesta audaz que podría redefinir el rumbo de la lucha contra el crimen en el país.

La pelota ahora está en el campo de Kicillof. ¿Estará dispuesto a dar un paso al costado en favor de la seguridad de los bonaerenses, o seguirá apostando a una estrategia que, según los datos, no ha logrado frenar la violencia? En los próximos días, el debate continuará y la decisión final podría marcar un antes y un después en la historia política y social de Argentina.