El presidente Javier Milei decidió avanzar con una medida histórica para destrabar el funcionamiento de la Corte Suprema: nombró por decreto en comisión a Ariel Lijo y Manuel García-Mansilla como jueces del máximo tribunal.

Esta decisión, que se extiende hasta la finalización del periodo legislativo, busca garantizar que la Corte pueda operar con cinco jueces y evitar la paralización que la oposición intentó generar bloqueando el tratamiento de los pliegos en el Senado.

El gobierno explicó que esta movida está amparada en la Constitución Nacional, específicamente en el artículo 99, inciso 19, que le permite al presidente hacer nombramientos en comisión cuando el Senado no se expide en tiempo y forma. Según la Oficina del Presidente de la República, la decisión de Milei se tomó para garantizar el normal funcionamiento de la Justicia, que no puede operar con apenas tres jueces.

La maniobra de Milei para destrabar la Corte

El proceso para sumar a Lijo y García-Mansilla al tribunal comenzó en marzo del año pasado, cuando el gobierno envió sus pliegos al Senado. Sin embargo, la oposición, en especial el kirchnerismo, se encargó de bloquear la aprobación de los nombramientos. Ni los sectores "dialoguistas" ni la izquierda dura de Unión por la Patria dieron el visto bueno, dejando la Corte en una situación de vulnerabilidad.

El ministro de Justicia, Mariano Cuneo Libarona, dejó en claro que la jugada de Milei no solo es legal, sino también necesaria: "El Presidente tiene la facultad de nombrar jueces en comisión para garantizar el funcionamiento del máximo tribunal". El mensaje fue directo para los senadores que vienen boicoteando los nombramientos.

Un freno al Senado obstruccionista

El intento de designar a Lijo ya había fracasado en las sesiones extraordinarias, cuando el pliego fue incluido en la agenda del Congreso, pero el Senado nunca lo trató. Ante esta situación, Milei decidió dejar en claro que no iba a permitir que "las preferencias personales o políticas de los senadores" sigan paralizando la Justicia.

"El Gobierno Nacional no tolera ni tolerará que los intereses de la política se impongan por sobre los del pueblo argentino, bajo ninguna circunstancia", sentenció el comunicado oficial.

¿Qué significa un nombramiento en comisión?

Este mecanismo permite que los jueces asuman temporalmente sus funciones sin necesidad de pasar inmediatamente por el Senado. Sin embargo, la Cámara alta está obligada a tratar los pliegos en cuanto retome su actividad. Si el Senado aprueba los nombramientos, Lijo y García-Mansilla se quedarán en la Corte; si los rechaza, su cargo quedaría vacante nuevamente.

¿Quiénes son los nuevos jueces de la Corte?

• Ariel Lijo: Juez federal con amplia trayectoria, ha trabajado en casos de alto perfil. Su designación genera controversia porque tiene detractores y defensores en partes iguales.

• Manuel García-Mansilla: Abogado y profesor universitario de reconocido prestigio. Tiene una visión alineada con los principios del gobierno de Milei, lo que lo convierte en una figura clave en la renovación del Poder Judicial.

Reacciones y consecuencias

La oposición no tardó en reaccionar. Mientras el kirchnerismo lo acusa de "avasallar las instituciones", los sectores afines al oficialismo aplauden la decisión como una medida necesaria para evitar el colapso de la Justicia. Por otro lado, analistas políticos destacan que la jugada de Milei es un mensaje claro de que no permitirá que la burocracia del Senado frene su agenda de reformas.

Con Lijo y García-Mansilla en la Corte, Milei se asegura una estructura judicial operativa mientras sigue dando la batalla contra el aparato político que intenta frenarlo en el Congreso. Ahora, la pelota queda en el campo del Senado, que tarde o temprano tendrá que definir si convalida los nombramientos o sigue apostando a la obstrucción. Pero el presidente ya dejó en claro que no piensa quedarse de brazos cruzados.