La reciente Marcha del Orgullo en Buenos Aires reunió a miles de personas para protestar contra Javier Milei y defender los derechos LGBTQ+. Sin embargo, Lisandro Almirón no dejó pasar la oportunidad para criticar la movilización y apuntar directamente contra el gobernador Axel Kicillof.

"Si tuvieran dignidad, marcharían por los muertos"

El mensaje es claro: mientras miles salieron a la calle por declaraciones de Milei en Davos, la inseguridad sigue cobrando vidas todos los días en el país.

El "soviético" y la inseguridad

Almirón no se anduvo con vueltas al referirse a Kicillof como "el soviético", dejando en claro que lo considera responsable del desastre en la provincia de Buenos Aires. La ola de violencia que se vive en el conurbano y otras zonas del país no parece preocuparle demasiado al gobernador, quien en vez de tomar medidas contra el crimen, sigue atado a la vieja receta kirchnerista: más burocracia, más gasto público y cero soluciones reales.

Mientras la marcha ponía el foco en un supuesto ataque de Milei a la comunidad LGBT, la inseguridad dejaba nuevas víctimas. Para Almirón, la hipocresía es evidente: los organizadores se preocupan por un discurso, pero callan ante los crímenes que siguen sumando muertos bajo la gestión de Kicillof.

¿Cuáles son las prioridades?

El comentario de Almirón abrió el debate sobre las verdaderas prioridades en Argentina. Mientras los progresistas siguen marchando por "derechos" ya conquistados, el país se cae a pedazos y la inseguridad no da tregua. ¿Por qué no vemos la misma indignación cuando un laburante es asesinado en la calle? ¿Por qué no hay marchas pidiendo justicia para las víctimas de la delincuencia?

Conclusión

Lo que deja en claro el mensaje de Almirón es que en Argentina hay una doble vara. Mientras a Milei lo atacan por cada palabra que dice, a Kicillof y a los suyos se les perdona todo, incluso el caos que han generado. Quizás sea hora de que algunos revisen sus prioridades y empiecen a marchar por lo que realmente importa.