Kicillof ataca a Flybondi con una multa injusta y demuestra su desprecio por la libertad económica
El gobierno de Axel Kicillof vuelve a demostrar su obsesión por asfixiar al sector privado con regulaciones arbitrarias. Esta vez, la víctima es Flybondi, la aerolínea low-cost que revolucionó la conectividad en Argentina y permitió que miles de ciudadanos volaran por primera vez. La Provincia de Buenos Aires le impuso una absurda multa de $300 millones, en un claro ataque contra la competencia y la libre empresa.
Según el Ministerio de Producción bonaerense, la sanción se debe a "reiteradas infracciones" en los vuelos cancelados y las dificultades de los usuarios para obtener reembolsos. Sin embargo, Flybondi denunció que la multa es ilegítima, ya que la autoridad competente en materia aeronáutica es la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC), no el gobierno provincial. La empresa además resaltó que se le negó su derecho a defensa y que impugnará la medida.
Este atropello es una muestra más del modelo kirchnerista, que castiga al sector privado y premia la ineficiencia estatal. La propia Corte Suprema y fallos recientes han reconocido que las cuestiones aeronáuticas son exclusivas del ámbito nacional, dejando en evidencia la ilegalidad de la maniobra de Kicillof.
Mientras Milei apuesta por la desregulación para fomentar el crecimiento, el socialismo empobrecedor de Kicillof intenta frenar cualquier avance económico. Su gobierno, en lugar de facilitar la inversión y mejorar la infraestructura, se dedica a perseguir empresas que brindan un servicio esencial a los argentinos. Este ataque a Flybondi no es más que otra jugada del kirchnerismo para frenar el desarrollo y mantener el país atado a su decadente burocracia.