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Publicado en Argentina
Viernes, 28 de Febrero del 2025

INTA: Reestructuración recortes y modernización

El Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) está en pleno proceso de transformación. En medio de un fuerte debate sobre el rol del organismo y el ajuste impulsado por el gobierno nacional, la Dirección Nacional del INTA presentó una propuesta propia de reestructuración, que busca modernizar y fortalecer la institución sin afectar su capacidad operativa ni su presencia territorial.

Esta iniciativa surge como respuesta al pedido del Consejo Directivo del INTA, que el 29 de noviembre de 2024 encomendó a la Dirección Nacional analizar y definir cuál sería la "dotación de personal óptima" para acompañar la estrategia de "un INTA moderno y eficiente". Con un plazo de 75 días para esta tarea, la fecha límite se cumplió el 14 de febrero de 2025.

Sin embargo, las medidas que el Gobierno había sugerido previamente generaron una fuerte controversia. Se hablaba del cierre total de las Agencias de Extensión Rural (AER) y de los Institutos de la Agricultura Familiar (IPAF), lo que implicaba el despido de al menos 1.500 trabajadores. Ante este escenario, la Dirección Nacional del INTA tomó la iniciativa de presentar un plan alternativo más moderado y estructurado, enfocado en una "adecuación y fortalecimiento de los recursos humanos del INTA".

El estado actual del INTA y su evolución en los últimos años

Según el documento al que accedió Bichos de Campo, la cantidad de empleados del INTA se ha mantenido relativamente estable en los últimos 18 años, aunque con variaciones en las modalidades de contratación. En enero de 2025, el organismo contaba con 6.123 agentes en funciones, de los cuales el 86% (5.280) pertenecen a la planta permanente y el 14% (843) son empleados no permanentes.

Las proyecciones indican que durante 2025 la dotación del personal se reducirá en 180 agentes debido a jubilaciones y otras bajas. Para fines de 2026, la planta estimada será de 5.560 empleados, lo que significaría una reducción del 16% respecto a los números actuales, y un 23% si se toma en cuenta la "dotación óptima" que plantea la reestructuración.

El impacto de las bajas en las funciones clave del INTA

Desde la institución reconocen que la disminución de personal ya ha generado efectos negativos en diversas áreas esenciales. Entre las disciplinas más afectadas están fitopatología, patología animal, ecofisiología, meteorología y edafología, campos fundamentales para la investigación agropecuaria y la asistencia técnica al sector productivo.

También se han visto debilitadas capacidades y servicios que solo el INTA puede ofrecer, como la conservación del germoplasma, la previsión de impactos meteorológicos y los laboratorios de referencia de alcance nacional e internacional. Esto supone un riesgo importante para la competitividad del sector agroindustrial argentino, que depende en gran medida de la información y tecnología que provee el instituto.

Los principales puntos de la reestructuración propuesta

Para enfrentar este desafío, la Dirección Nacional del INTA delineó una serie de estrategias clave:

  • Evaluación del desempeño y mejora continua: Se busca fortalecer el sistema de evaluación para vincularlo a la planificación estratégica y mejorar los procesos internos. Además, se garantizará la transparencia comunicando estos cambios a los gremios y al personal.

  • Reducción de estructuras administrativas: Se plantea disminuir un 20% las gerencias dependientes de las Direcciones Nacionales y reestructurar la Coordinación Nacional de Financiamiento Extrapresupuestario para Proyectos. También se eliminará el Programa de Apicultura, integrando sus actividades en la Red de Unidades Demostrativas Apícolas.

  • Eliminación de plataformas y redes: Se propone la disolución total de las Plataformas de Innovación Territorial (PIT) y una reducción de redes y plataformas dentro de la cartera programática.

  • Recorte de Agencias de Extensión Rural: Se reducirá el número de AER en un 14% (41 agencias), pero sin comprometer la presencia territorial del INTA, lo que requerirá un esfuerzo organizativo significativo.

El impacto económico del ajuste y su justificación

La implementación de esta propuesta generaría un ahorro de aproximadamente $1.483.372.961. Según el informe, este monto equivale al costo salarial de 65 vacantes de profesionales o 115 agentes menos en diferentes categorías.

Desde la Dirección Nacional del INTA aseguran que esta reestructuración no solo responde a una demanda específica del Consejo Directivo, sino que también representa una oportunidad para mejorar la eficiencia de la institución. El objetivo es garantizar que el INTA continúe cumpliendo su rol estratégico en el desarrollo agropecuario del país, pero con una estructura más ágil y sostenible en el tiempo.

En conclusión, el INTA está en una encrucijada. Por un lado, enfrenta la presión del ajuste presupuestario impulsado por el gobierno, que podría afectar gravemente su funcionamiento. Por otro, busca implementar una modernización que optimice los recursos sin desmantelar su capacidad operativa. El desafío ahora será encontrar el equilibrio justo entre eficiencia y continuidad, asegurando que la institución siga siendo un pilar fundamental para el campo argentino.