El FMI Cierra Su Misión en Argentina: Avances Sostenibles y el Gobierno Optimista de Alcanzar un Acuerdo Clave
El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha confirmado el cierre de su misión técnica en Argentina, con una evaluación positiva de las conversaciones que sostuvieron sus equipos con funcionarios del Ministerio de Economía y el Banco Central. El organismo destacó que el diálogo fue “altamente constructivo y positivo”, un mensaje que, según fuentes cercanas al Gobierno, refuerza la relación de confianza y las posibilidades de un acuerdo que impulse la economía argentina.
Durante la misión, que concluyó la última semana, se discutieron aspectos clave del programa de financiamiento que busca fortalecer las reservas internacionales y posibilitar la salida del cepo cambiario. Si bien las negociaciones siguen avanzando, se acordó que en las próximas semanas continuarán de manera virtual. De esta forma, se descartó por ahora la posibilidad de una nueva visita de funcionarios del FMI a Buenos Aires o de una reunión formal en Washington, pero las partes se muestran optimistas.
En este marco, el Gobierno argentino, liderado por el presidente Javier Milei, está buscando un desembolso importante de divisas que permita acelerar las reformas y estabilizar el mercado cambiario. Se menciona un monto que podría oscilar entre 10.000 y 15.000 millones de dólares, lo que aliviaría la presión sobre las reservas del Banco Central y contribuiría a un ajuste fiscal más gradual. Sin embargo, la incertidumbre política debido a las elecciones ha generado algunas preocupaciones sobre la viabilidad de acuerdos más amplios antes de los comicios.
El foco principal de la discusión gira en torno a un esquema cambiario que podría incluir un "crawling peg" (ajuste mensual del tipo de cambio) y una posible eliminación de las restricciones actuales que dificultan las operaciones en el mercado de divisas. En este sentido, el FMI ha mostrado reparos, ya que una salida desordenada del cepo podría derivar en una fuga de capitales. No obstante, las conversaciones siguen en curso, y se espera que el acuerdo final contemple una secuencia gradual de medidas.
Por su parte, el Gobierno ha implementado varias medidas, como un canje de deuda en pesos que consiguió una adhesión del 64%, para aliviar los vencimientos y ganar tiempo. Además, se anunciaron reducciones temporales de derechos de exportación, lo que podría mejorar la competitividad de ciertos sectores, aunque a un costo fiscal de unos 800 millones de dólares.
En el mercado, algunos analistas destacan que un acuerdo con el FMI podría ser clave para la estabilidad económica, pero también advierten sobre los riesgos de imponer medidas drásticas sin un consenso social más amplio. En este sentido, expertos como el exdirector del FMI, Alejandro Werner, sugieren que el acuerdo más probable será un Stand-By Agreement (SBA) a corto plazo, con el fin de cubrir vencimientos inmediatos y revisar las condiciones más adelante, después de las elecciones.
Si bien los pagos al FMI no se suspenden, el Gobierno sigue trabajando en una estrategia para cubrir los pagos de intereses, que comenzarán en febrero con casi 660 millones de dólares. Estos pagos se realizarán con reservas del Banco Central, a diferencia de los pagos de capital que se suspendieron en 2024.
A medida que se acerca el inicio de la campaña electoral, el Gobierno mantiene su enfoque en mantener la estabilidad económica y garantizar que los acuerdos con el FMI no perjudiquen el crecimiento a largo plazo. Mientras tanto, la negociación sigue siendo uno de los temas más importantes para los analistas y el mercado, que siguen de cerca cada nuevo desarrollo en las conversaciones con el FMI.